Los vecinos de Jardines del Valle, preocupados por un fuerte e insoportable olor a gas en la zona, decidieron contratar un dron para evaluar las condiciones de la planta tratadora de aguas negras de Monclova. Las imágenes capturadas revelaron un estado deplorable de la infraestructura, con evidentes signos de abandono y deterioro.
Hace una semana, los residentes comenzaron a percibir el olor a gas, que provocó vómitos y dolores de cabeza, especialmente en niños y adultos mayores. En respuesta a esta situación, se comunicaron con los directivos de la planta. El ingeniero Fernando Ballesteros señaló que habían recibido descargas del oriente y poniente de la ciudad, sugiriendo que la fuente del problema podría ser una gasolinera con una fuga.
Las autoridades locales, incluyendo personal de Protección Civil y Ecología del Municipio, acudieron al lugar y confirmaron la presencia del olor. Días después, detectaron un taller que arrojaba aceites al ambiente y procedieron a clausurarlo. Sin embargo, los vecinos consideran que las autoridades están minimizando la gravedad de la situación. Temen que el derrame de diésel no solo cause olores molestos, sino que también represente un riesgo de explosión.
Macarena González, habitante de la colonia, destaca que en la zona hay tres gasolineras en operación y una en construcción, además de dos hoteles, varias escuelas primarias, tres guarderías y una iglesia. También hay una gran cantidad de restaurantes. "Y la colonia Jardines del Valle tiene pésimo pavimento, muchos baches, luminarias y drenaje en mal estado, y en temporadas de lluvia se desbordan las alcantarillas," añadió.
Ante esta situación, los vecinos de Jardines del Valle hacen un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas inmediatas y efectivas para solucionar el problema, antes de que ocurra una tragedia. La comunidad espera una respuesta rápida y contundente para asegurar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de la colonia.
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